Producto Mínimo Viable
¿Qué es un Producto Mínimo Viable?
El producto mínimo viable es esa versión de un nuevo producto que
permite a un equipo recolectar la cantidad máxima de aprendizaje validado sobre
los clientes con el menor esfuerzo. Es usado para probar rápidamente de
manera cuantitativa y cualitativa la respuesta del mercado a un producto o una
funcionalidad específica. Un MVP tiene solo esa funcionalidad requerida para
mostrar el producto al cliente y su objetivo principal es evitar el desarrollo
de productos que los clientes no quieran y maximizar la información obtenida
sobre los clientes con base en el costo y esfuerzo invertido.
El MVP no se trata únicamente de crear un producto. Es una estrategia y
un proceso enfocado en crear y vender un producto a un grupo de clientes. Es un
proceso iterativo de generación de ideas, desarrollo de prototipos,
presentación, recolección de datos, análisis y aprendizaje. Si el objetivo es
simplemente crear algo rápido, un MVP en sí no es realmente necesario. En la
mayoría de los casos, un MVP requiere esfuerzos adicionales en invertir tiempo
en hablar con clientes, definir métricas y analizar los resultados.
El mayor desperdicio que puede haber al crear un producto es construir algo que nadie quiera. Un MVP busca comprobar que efectivamente el producto resuelva una necesidad del mercado antes de tener que invertir demasiados recursos en su desarrollo.
Normalmente se construye un primer prototipo y después de mostrarlo a algunos clientes (aún si nadie lo quiere inicialmente), a través de iterar rápidamente es posible corregir el rumbo sin tener que invertir esfuerzo de más, gracias a la retroalimentación frecuente que se tiene, comparado con pasar meses encerrados construyendo el producto “perfecto” para después darse cuenta que no era lo que el mercado quería. Lo importante es recordar que si el producto resuelve una necesidad real, un MVP permite alcanzar una gran visión en pequeños incrementos.
Una metáfora que ayuda a ilustrar cómo funciona el proceso, es el concepto del ciclo de Observar/Orientar/Decidir/Actuar que tiene sus fundamentos en teoría militar. Según John Boyd, el creador del modelo, “la clave de la victoria es ser capaces de tomar las decisiones apropiadas más rápido que el enemigo”.
El mismo principio aplica a los startups, los cuales normalmente se enfrentan al problema de tener que maniobrar en terreno con condiciones confusas o desconocidas, por lo que deben tener la capacidad de generar hipótesis, aprender rápidamente y reaccionar ante condiciones desconocidas. Un MVP, es una de las herramientas críticas que permite lograr este aprendizaje, ya que permite realizar múltiples iteraciones, las cuales facilitan el aprendizaje y la flexibilidad.
El
objetivo principal en el proceso de desarrollo de un startup es minimizar el
ciclo de decisión, el cual consiste en Construir – Medir – Aprender a través de
ideas, código y datos, buscando minimizar el tiempo total en cada iteración. El
proceso es repetido hasta que se obtiene el producto que efectivamente responde
a la necesidad del mercado o hasta que se determina que el producto no es
viable.
Algunas tácticas que pueden ser usadas en cada etapa del proceso son:
- Construir:
Generar lotes pequeños y producción continua.
- Medir:
Realizar pruebas A/B para verificar hipótesis.
- Aprender:
Construir un mínimo producto viable, apoyarse en análisis de causa raíz.
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